Hola Lissette. Muy buen artículo como nos tienes acostumbrado (aunque llevabas mucho tiempo sin haber publicado uno). En mi experiencia de asesorar (con mucho fracaso) a políticos opositores he detectado dos grandes problemas durante años: Los asesores en temas de economía, salud, educación, etc, tienen que convertirse en los más patéticos apologistas y aduladores del político que asesoran, perdiendo su capacidad de consejero del mismo; y segundo, hasta los políticos mejor intencionados tienen una metodología que se podría decir de forma amable como "desordenada" para escuchar las exigencias sociales y sistematizar la en un programa viable de acción, siendo llenado por lo que le dice sus aduladores. A esas dos variables, se ha unido una tercera luego del fracaso del interinato: la resignación de que es imposible un cambio político en el país y por lo tanto tener como única prioridad sobrevivir en el espacio político que el chavismo le dé como concesión. Entre esa resignación y esperar que nos salven desde afuera hay alternativas viables de fractura de los elementos que sostienen al régimen en sus cuadros medios y bajos, y para eso entre otras cosas se necesita una propuesta de país que los incluya (junto con algunas maniobras realmente maquiavélica para cooptarlo para un cambio político). Pero nuestra dirigencia política o está corrompida o simplemente a nivel psíquico está rota, en un papel meramente reactivo para sobrevivir para innovar en materia de cambio político. Quizás las cosas cambien, incluso a corto plazo, pero a simple vista la oposición ha renunciado a la aspiración de poder y especialmente un plan de acción para resolver los problemas que afectan a casi todos los venezolanos. Un abrazo.
Hola Lissette. Muy buen artículo como nos tienes acostumbrado (aunque llevabas mucho tiempo sin haber publicado uno). En mi experiencia de asesorar (con mucho fracaso) a políticos opositores he detectado dos grandes problemas durante años: Los asesores en temas de economía, salud, educación, etc, tienen que convertirse en los más patéticos apologistas y aduladores del político que asesoran, perdiendo su capacidad de consejero del mismo; y segundo, hasta los políticos mejor intencionados tienen una metodología que se podría decir de forma amable como "desordenada" para escuchar las exigencias sociales y sistematizar la en un programa viable de acción, siendo llenado por lo que le dice sus aduladores. A esas dos variables, se ha unido una tercera luego del fracaso del interinato: la resignación de que es imposible un cambio político en el país y por lo tanto tener como única prioridad sobrevivir en el espacio político que el chavismo le dé como concesión. Entre esa resignación y esperar que nos salven desde afuera hay alternativas viables de fractura de los elementos que sostienen al régimen en sus cuadros medios y bajos, y para eso entre otras cosas se necesita una propuesta de país que los incluya (junto con algunas maniobras realmente maquiavélica para cooptarlo para un cambio político). Pero nuestra dirigencia política o está corrompida o simplemente a nivel psíquico está rota, en un papel meramente reactivo para sobrevivir para innovar en materia de cambio político. Quizás las cosas cambien, incluso a corto plazo, pero a simple vista la oposición ha renunciado a la aspiración de poder y especialmente un plan de acción para resolver los problemas que afectan a casi todos los venezolanos. Un abrazo.